La reforma energética del Gobierno, que ha incrementado de manera muy notable la parte fija de la factura eléctrica, la potencia contratada (un 92% para el consumidor doméstico y un 145% para empresas), está permitiend
o que los ciudadanos españoles paguen una cifra cercana a 8.080 millones de euros anuales por potencia eléctrica que no se utiliza, según un estudio de la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética(ANAE).
Esa sobrefacturación de potencia no utilizada supone ingresos adicionales de más de 8.000 millones para las compañías eléctricas y de casi 2.200 millones de euros para el Ministerio de Hacienda en concepto de impuestos (10.277 millones de euros suman ambas cantidades), de acuerdo con las estimaciones de ANAE ya que Red Eléctrica de España (REE) no desglosa los datos necesarios para estos cálculos.
La asociación expone que un consumidor doméstico medio podría reducir su factura 61,5 euros (impuestos incluidos) al año sólo por disminuir un tramo (1,15 kW) su potencia contratada. Es una cantidad pequeña, pero multiplicada por millones de usuarios la magnitud se torna enorme.
“La introducción del ‘contador inteligente’ hubiera sido un buen momento para cambiar esta situación, pero desde el primer momento no se ha contado con el consumidor ni para el desarrollo de funcionalidades, ni para la introducción de posteriores cambios, negándole la información necesaria para aprender de sus hábitos de consumo”, explican desde ANAE.